viernes, 7 de septiembre de 2012

Tipos duros: Al Pacino

Alfredo James Pacino - Nueva York; 25 de abril de 1940

6 comentarios:

BURRANZÁN dijo...

Uy, uy, aquí sí que muerdes en hueso. Pacino, uno de mis ídolos. Lo vi en Sérpico por primera vez, hace muchos años, y me cautivó...Tarde de Perros...El Padrino...Esencia de Mujer...
Una pena que, con los años, se haya vuelto un pelín patético; pero a Pacino se le perdona todo.

Capitán Lugo dijo...

jajaja... Está bien eso de "morder en hueso" Pacino también es uno de mis ídolos, me encantó con su Tony Montana en "El precio del poder" o Scarface, "Serpico" también me gustó mucho, "A la caza", "Atrapado por su pasado"... Ufff, tiene tantas... Y estoy totalmente de acuerdo contigo, ha ido decayendo un poco, pero, sinceramente, otro actorazo que siempre ha ido a la par con él, o tal vez podríamos decir rivalizado, me refiero a De Niro, ha sido aún más patético en sus últimos trabajos, no crees?

BURRANZÁN dijo...

Sí, sobre todo en sus papeles de suegro extravagante. En fin, a De Niro también se le perdona todo porque es un auténtico fenómeno.

Capitán Lugo dijo...

Yo es que no entiendo cómo ha podido aceptar ese tipo de papeles... Con los grandes proyectos que le deben ofrecer realiza esos auténticos bodrios, abusando de sus típicos gestos abruptos y decayendo hasta lo absurdo, al menos Pacino aún no ha ido tan lejos, creo yo; en fin, misterios del cine

BURRANZÁN dijo...

Oye, Capitán, que conste que esa consideración de patético que le endilgaba a Pacino, viene referida a sus "actuaciones" fuera de plató; esas modas que se gasta; ese querer aparentar tener cuarenta tacos...No obstante, y en su defensa, decir que yo vivo en otro "planeta", a años luz del suyo.

Capitán Lugo dijo...

Ah, caramba! Yo pensaba que te referías a sus últimas interpretaciones. Al menos a eso me refería yo cuando opinaba sobre estos dos grandes actores. Ya se sabe, como tú dices, esta gente vive en otra dimensión. En esa cuestión cada uno tiene lo suyo, porque parece ser que el De Niro tampoco se queda manco con su personalidad