¿Por qué ya no ponen la sesión de canciones lentas en la
discoteca?
Recuerdo en mis primeros años de adolescencia aquellos ratos
en discotecas, como la llamada Yguazú, en la que nos reuníamos los compañeros
de instituto, a mitad de la sesión de música disco, oscurecían las luces y
empezaba a sonar algún tema romanticón de moda, como “Lady in red” de Crhis de
Burg (un tanto cursi, lo reconozco) Era entonces cuando la pista se llenaba de
parejas abrazadas de enamorados. Alrededor,
surgían chicas solitarias que, estando de pie, indicaban que querían que las
sacaran a bailar. Personalmente, me daba mucha vergüenza hacerlo. Pero alguna
vez, estando acompañado por mis amigos, me atrevía a tal acto. No hacía falta
hablar, te acercabas a la adolescente, que solía hacerse la despistada, ponías un
dedo en su hombro y ella, fríamente, te “escaneaba” de arriba abajo; si volvía
su mirada despreciativamente hacia otro lado, significaba que no quería, que
era lo que sucedía la mayoría de las ocasiones. Si por fortuna, sonreía o
asentía con la cabeza, era tu instante de gloria. En ese momento mágico, apoyabas
las manos en su cintura, discretamente, de eso ya se encargaba ella,
colocándose cual luchador de “Kickboxing” elevando los brazos con sus codos en
tus narices a modo de barrera y si, veía que te comportabas, porque había mucho
descarado atrevido, llegaba a abrazarte ligeramente. En esos minutos, sólo te dejabas guiar por la
música, notando su cuerpo y el corazón a cien desbocado por la emoción y los
sentidos, el olor de su colonia, el contorno de sus caderas, el roce de su pelo…
Si había atracción mutua, nos llegábamos a juntar las mejillas y la estrechaba
más y más lentamente, al terminar la canción, si seguíamos en la misma
posición, preparados para seguir bailando, eso era la señal de un día feliz e inolvidable,
quizás de unos besos con lengua o de un amor recién surgido en las notas de una
canción lenta.
6 comentarios:
Hola eterno romántico, te imagino con un tupé de pelo, pantalones al estilo ochentero, camisa manga corta de figuras y con una cara de ingenuo, con la respiración acelerada y contando los pasos
( dos pasitos palante, dos pasitos patras), mientras sonaba una lenta en la pista de baile...hay capi, quien diría que detrás de esa figura de superheróe duro, se esconde el eterno romántico por el que más de una suspiramos. besines!!!
Pues aciertas casi en todo, menos en los pasos, que tal como lo explicas, parezco el Chiquito de la Calzada
Pero, ¿Tú eras de lentas o de Breakdance?
Yo era de Breakdance, pero eso no quita que, en aquellos tiempos, fuera a la discoteca que fueras, pusieran lentas. Era algo inevitable. Gracias por la pregunta, anónimo!!
Bueno también es verdad que eras muy romántico. Me encanta tu blog Carlos.
Ejem!! ¿Carlos?? Erhh... Creo que se confunde, señorita, yo soy el Capitán Lugo!
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