Soy el Capitán Lugo, lo seguiré diciendo mientras me golpeen una y otra vez, mientras mis rodillas choquen en el suelo, nunca me rindo; aunque tu astucia maligna tienda trampas, mi valentía es mi arma, mi amada mi fuego, mi fe mi plan. Tengo motivos para luchar, para usar mis puños con violencia porque soy el perro rabioso que ataca con furia cuando le echan sigilosamente el lazo para llevarlo con cobardía a la perrera. Pelearé firmemente hasta el fin, me enfrentaré a lo desconocido, aunque no me comprendan, yo soy mi propia justicia. Entiéndelo, porque soy un samurai kamikaze y tú mi mal, mi guerra.
Soy el Capitán Lugo, no un abogado, ni un juez, ni un agente del orden; soy mi propia ley y tú mi enemigo, seré feroz contigo si me lo dicta el corazón. Escucharás mi nombre mientras lloras piedad, porque te lo gritaré en cada embestida… Soy el capitán Lugo.
3 comentarios:
Más me vale no encontrarmelo por ninguna callejuela por si acaso.
Tú ya sabes, Corsario, que si eres justo no tendrás problema, pero, en ese momento, yo estaba como si El Guerrero del Antifaz tropezara con Alí Kan. Un saludo!!
cada dia te superas capi. que tiemblen esos canallas, falsos, y con corazon podrido, que tiemblen, porque cuando menos lo esperen el capitan lugo os pasara factura. jajajaja. besiños!
Publicar un comentario