
Hola amigos! Esto es lo último, he estado estos días sin escribir porque no me atrevía a contar lo que me ha pasado, como no creeis en los vampiros, menos creereis aún en brujas montadas en escoba y aún menos si esa meiga es la mujer vampira que me encontré la última vez.
Aquella noche deambulaba yo alrededor de la catedral, ya sé que esa zona está muy concurrida los sábados a la noche pero era un lunes y había menos gente que en una actuación del Pajares. Tan tranquilo estaba que menudo susto me llevé al notar por detrás, sí, en esa cierta parte, un empujón con lo que parecía ser… bueno, que parecía que tenía al Dinio con sobredosis de Viagra golpeándome traicioneramente, era ella, que con su escoba me embistió burlonamente. Luego giró, se puso frente a mí y se elevó de nuevo a las alturas riéndose cruelmente. Imaginais que estoy loco, seguro.