miércoles, 25 de marzo de 2009
Sin piques
Pandilla, algo turbio se está cociendo en esta, nuestra ciudad; el otro día, más aburrido que el Hombre invisible haciendo sombras chinescas, me dirigí al Cementerio, por variar algo de lugar, ya que la muralla la tengo más vista que a la Pantoja en Luar, lo que no me esperaba era encontrarme con Cacique, muy inquieto, removiendo una de las lápidas que por allí había. Aquello me indignó muchísimo y sin mediar palabra, le aplaudí en la cara más que unos jubilados con parkinson en un concierto de Ana Kiro… “¡Sin piques, capi, sin piques…!” Me repetía el condenado, hasta que echó a correr desapareciendo entre las sombras sin dejar rastro. Tengo que averiguar qué tramaba.
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2 comentarios:
Buah! qué chungo, Capi. No te fies ni un pelo del Cacique que me parece que tiene mañas de zorro.
Al loro, no vaya a ser que te de un puesto de funcionario y ¡zas! ya estás comprado pal resto.
Y un superhéroe debe mantener su integridad aunque sea jalando aire puro de la beira del Miño.
Chaus
Merui
Eh, un puesto de funcionario??? Dónde, por el amor de Dios, dónde???... Es brooooooma, seguiré jalando el aire puro ese de la beira del Miño, por cierto, quién te dice a tí que no soy funcionario? ;)
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