Este sábado anterior salí de incógnito por Lugo, fui a un local que se llama Superfly, está por la calle Nóreas bajando unas escaleras, tienen varios DJ, ese día estaba uno gordo llamado Charly, es el que más me gusta pues pone muchos temas de mi época, pasó del sonido Motown al funky más discotequero y después puso algún tema High Energy de finales de los setenta, a la gente le gustó pues estuvieron bailando sin parar. También trabaja un camarero cachitas llamado Ángel que siempre está sonriendo, demasiada sonrisa para un adulto, estaba acompañado por una camarera llamada Ánxela que tiene más desparpajo que el Pocholo de tripi. La gente que va a ese local es de lo más variopinta, chavales con su gorrita de hip hop, niñas que se mueven al ritmo del R & B, algún pueril despistado, como yo mismo e incluso había gente de color, que a mi me da que son africanos, aunque se visten como b boys franceses, pantalones claros y sombreros, chaqueta con deportivos… A estos últimos les tira el reggae, pero se les ve gente sana, eso no quita que de vez en cuando se oliera en el ambiente un tufillo a algún cigarrito de la risa. La verdad es que me lo pasé muy bien, todo fue alegre y estuve más tranquilito que en La casa de la Pradera. Recomiendo ese sitio, al menos no aburren a la peña con los 40 principales de turno.
El Capitán Lugo
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