Si es que tenía que suceder, ser el superhéroe de la ciudad más tranquila del mundo no implica que no haya delincuencia; la otra noche, en una de mis rondas nocturnas por mi amada muralla, observé agazapado entre las sombras como deambulaba tranquilo un fotógrafo del periódico local “El Avance”, cuando sin más, corriendo como un rayo apareció un villano y por el típico procedimiento del tirón le arrebató la cámara fotográfica al mismo, por suerte pude alcanzarle, imaginad su cara cuando me vio con mi uniforme enmascarado haciéndole frente, el tío por un momento lo flipó, me presenté como “El Capitán Lugo” y él me dijo que era el “Kikirikí”, el tío más gallito de la ciudad, me inflé y le dije con voz grave que devolviera su botín, pero eso no evitó que se abalanzara sobre mí para asestarme un puñetazo, con mis reflejos felinos le solté una “yoko geri” que en Karate es una patada lateral, en Tae Kwon do se llama “yop chagui”, que le hizo amedrentarse y dejar su robo en el suelo para huir tan precipitadamente como había aparecido. Luego devolví la cámara a su dueño, que muy agradecido por todo me pidió el favor de sacarme una foto, pues nunca había conocido a nadie como yo, a lo que accedí sin más, así que imagino que pronto saldré en la prensa, no es que me guste la fama pero creo que ya es hora de que esta ciudad, Lugo, sepa que tiene a alguien para defenderla.
El Capitán Lugo
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