De Chuck Norris se dicen frases como:
“La kriptonita a la que tanto teme Superman es tan solo un
moco de Chuck Norris solidificado”
Y si es que hay alguien duro entre los duros, ese es él, con
su cara de estreñido, frío, inexpresivo;
cualquiera le dice que no sea actor… Confieso con cierta vergüenza haber visto
muchas de sus películas, incluso en el cine, eh, qué valor ¿Verdad? Pero si es
que mi generación era así, podías ver un capítulo de “Verano Azul” e
inmediatamente ir al cine con los colegas a disfrutar “Furia silenciosa” Una
mezcla de terror tipo “Halloween” con Chuck Norris dando patadas a diestro y
siniestro. De todas formas, en mi humilde opinión, hay una peli que destaca con
fuerza sobre las demás: “El furor del Dragón” con el genial Bruce Lee, ahí se dio a conocer este artista
marcial, varias veces campeón mundial de Karate.
Recuerdo cuando salía de las clases de EGB por la tarde, pasar por delante de un escaparate de una tienda de electrodomésticos, sobre esa hora se reproducía en una
televisión en color a través de un vídeo VHS la película, concretamente el
combate final, llamado en aquel entonces:
El combate del siglo. A muchos os parecerá una chorrada pero a mí todo
aquello me fascinaba, me ponía a verla con los ojos como platos. Esa pelea me
sigue pareciendo formidable; Bruce Lee
muestra su filosofía de lucha. Cuando los dos se encuentran frente a frente en
el coliseo romano, empiezan a calentar ante la inocente mirada de un gatito que
maúlla asustado. Empieza el combate, Lee
con su kung fu clásico y Chuck con su
Karate rígido a toda potencia. Intercambian
golpes. Bruce se da cuenta de que utilizando solamente el kung fu no puede
ganar, es en ese momento cuando muestra su forma de lucha por la que tanto
vivió: el Jeet Kune Do (El camino del
puño interceptor) Se adapta al enemigo, moderniza
sus movimientos, incluyendo pasos de boxeo y bailando alrededor de su oponente.
Mientras Norris sigue en sus trece
son su Karate clásico recibe una tremenda somanta de tortas hasta percatarse de
que está ante un adversario muy astuto que ha sabido modificar sus técnicas
para derrotarle. Es en ese instante cuando también Chuck lo intenta pero ya es demasiado tarde… Es un enfrentamiento
muy real, original y novedoso en su
momento, lejos de los efectos especiales y parafernalias absurdas de muchas de las
pelis de artes marciales de hoy en día. Mejor me dejo de rollos y lo veis para
que sepáis de lo que estoy hablando.
2 comentarios:
Caray, Capitán, a mí la escena me causó el mismo sentimiento. Se trata, sin duda, de un combate mítico que siempre consigue arrancarnos algún leve matiz, aunque tu descripción es perfecta. Por cierto, nunca Norris volvió a actuar con ese pelaje de oso, jajaja.
jajaja Cierto, Burranzán. Y lo más curioso, es que después se dejaba bigote o barba. Qué bueno que te parezca también un combate mítico, ya no me siento tan friki, eh. Gracias por tu comentario!!
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