Hola pandilla, que me ha salido otro nuevo enemigo. Iba yo más chulo con mi lugotraje recién lavado y planchado por el parque, por cierto, qué triste se ve, con el suelo embarrado, cubierto de hojas mojadas... Abandonado, aunque se ve que están en obras ¿Qué están haciendo? ¿Alguien me lo puede decir? El caso es que, andaba yo por allí tranquilito, cuando se me apareció un individuo de lo más variopinto, venía provisto con dos porras de madera, de esas que se ven en algún bar colgadas en la pared, marcadas con alguna frase chorras tipo: "Si bebe para olvidar... ¡Pague antes!" Vestía una malla brillante y más colorada que los mofletes de Heidi. Sombrero con cascabeles tipo arlequín, una cara de túzaro que alucinas... Vamos, que era para llevarlo al "Diario de Patricia" El tío no se cortó un pelo y se plantó frente a mí, burlándose con posturas obscenas. "Apártate payaso" Dije con mi voz de superhéroe varonil, a lo que me replicó: "Ostras, payaso me dice el rapaz, claro, como él viste en Cortefiel..." A lo que inmediatamente me asestó un porrazo en la cara que me dejó más espeso que el Paquirrín en "Redes"- "¿Queima?"- Me preguntó el desgraciado -"Eso es que está curando, pituso" Huy, mira, me subieron unos calores de mala baba por el cuerpo que, con mi sacho en ristre casi le arranco el hígado. Aún estuvimos arreándonos un buen rato, hasta que apareció un coche patrulla. -"Bueno, me voy que es la hora del vermú. Recuerda, soy Retranca Galega" Me soltó como despedida antes de desaparecer por las cuestas a saltos; yo hice lo mismo con tan mala suerte, que pisé unas hojas mojadas y casi me esnafro contra un árbol, menos mal que enganché mi poderosa herramienta ( al sacho me refiero) a la tierra y así conseguir frenarme. Me puse hecho una piltrafa, hasta cuando me quite las botas en casa me cayeron piedras, caracoles y barro; un buen comienzo de semana, si señor.